El IPC británico de septiembre se mantiene en el 6,7
La lectura del IPC en el Reino Unido se mantiene sin cambios durante el mes de septiembre y sugiere que la presión inflacionista sigue siendo fuerte. Al igual que la lectura de agosto, el valor del mes pasado fue del 6,7%, lo que supone un mínimo de 18 meses. Pero también hay que recordar que sigue siendo superior y se sitúa en máximos de varios años.
Según las previsiones, se esperaba que la inflación del Reino Unido descendiera en septiembre hasta una lectura del 6,6% (-0,1% de variación). Sin embargo, parece que no se ha producido ningún cambio en la inflación subyacente de los consumidores británicos.
Los tipos de interés se mantendrán sin cambios
Tras la lectura, es probable que el Banco de Inglaterra tampoco introduzca cambios en su política de tipos de interés. Así, el 2 de noviembre, el tipo de interés se mantendrá probablemente cerca del 5,25% sin cambio alguno.
Durante la reunión de septiembre, el Banco de Inglaterra tampoco introdujo cambios en los tipos de interés, ya que la tasa de inflación descendió significativamente en agosto.
En octubre de 2022, la inflación en el Reino Unido alcanzó el 11,1%, su nivel más alto en 41 años. Aunque ahora la inflación ha bajado al 6,7% (-4,4%), sigue siendo bastante alta, y los consumidores británicos sienten la presión inflacionista.
El año pasado, los principales factores que provocaron la elevada tasa de inflación fueron la tensión entre Rusia y Ucrania y los altos precios de la energía. Además, el mercado laboral también atravesaba una escasez de trabajadores debido a la pandemia del COVID-19.
Según las previsiones del Banco de Inglaterra, la inflación se mantendrá por encima del objetivo del 2% también en los próximos 2 años. Para finales de 2025, el banco confía en que alcance el objetivo del 2% o caiga por debajo de él.
En el mercado británico, los dos factores que están estrechamente relacionados entre sí son el IPC y el tipo de interés. La subida de los tipos de interés ha supuesto un impulso muy necesario para la libra esterlina, pero se ha producido a costa de un lento crecimiento económico. Además, la demanda de los consumidores también se ha deteriorado debido a los tipos de interés más altos.
