La producción industrial china de febrero no responde a las expectativas
Por fin se publican los datos de producción industrial de China, que apuntan a una recuperación escalonada del país. La producción industrial de febrero aumentó un poco, pero sigue estando por debajo de las expectativas del mercado.
Los analistas creen que la actividad manufacturera en China se ha ralentizado a pesar de que ya se han levantado las medidas anti-COVID. Esto indica que la recuperación económica del país no es la que esperaban los expertos.
Las ventas minoristas, que también son un importante indicador económico, experimentaron un repunte en febrero. Esto sugiere que el gasto de los consumidores en China está en vías de recuperación, y que la desaceleración COVID está a punto de terminar.
En resumen, las ventas al por menor se están recuperando a buen ritmo, mientras que la producción industrial sigue rezagada. La ralentización de la producción industrial apunta a una débil demanda en los mercados locales e internacionales.
La producción industrial sube un 2,4%
En febrero, la producción industrial aumentó un 2,5% con respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, el mercado esperaba un aumento del 2,6% – Podemos decir que los datos de producción industrial sólo han incumplido la estimación por un pequeño margen (0,1%).
En enero de 2023, la producción industrial en China se situó en torno al 1,3%. Por lo tanto, incluso en ese frente, la producción industrial ha experimentado un aumento saludable.
A pesar de que los datos no han cumplido las previsiones, siguen siendo lo suficientemente sólidos como para sugerir que la producción industrial se encuentra de nuevo en territorio de expansión. Y si mejora la confianza mundial, podría aumentar aún más.
En lo que respecta a China, la demanda procede de los mercados locales y de ultramar. Aunque las condiciones de los mercados locales chinos han mejorado, la demanda exterior sigue siendo débil.
Y no olvidemos que EE.UU., Alemania, España y varios otros países también están luchando contra la alta inflación, la desaceleración económica y los altos tipos de interés.
El panorama económico no es tan favorable como se requiere para que China eleve sus cifras de producción industrial.
